Diga 33: Pensamientos en búsqueda y captura (XIV)
2. Hay algo que hiere más el orgullo que fingir que no sientes lo que sientes… y es fingir que no sabes lo que sabes.
3. Nos gusta pensar que es verdad aquello de que “querer es poder”… y no lo es (al menos, no siempre). Pero lo que sí es cierto es que si no se quiere, no se puede.
4. Sólo los torpes, los necios o los irresponsables siembran de dudas el camino que ellos mismos han elegido.
5. “El libro de instrucciones es para perdedores” (fantástica frase de alguien que acaba de recibir un regalo –normalmente del género masculino- cuyo funcionamiento “por las bravas” tardará en hacerlo efectivo no menos de una semana).
6. Sigue apretando: seguro que queda un poquito más de pasta dentífrica en ese tubo que diste por acabado hace una semana (y que aún no has repuesto).
7. Si renuncias sin luchar, tu mayor castigo no será haber renunciado… sino la duda sobre si lo habrías conseguido.
8. Hay quien se maravilla con el efecto de la magia y quien se obsesiona buscando el truco… ¿de cuáles eres tú?
9. Aprende a apreciar a las personas que tienen criterio propio y convicciones firmes… aunque su criterio sea distinto y sus convicciones muy diferentes (o incluso contrarias) a las tuyas. Al menos con ellos, sabes a qué atenerte, para bien o para mal, y no arenas movedizas en las que te hundirás cuando más necesites tierra firme que pisar.
10. Nadie dijo que fuera a ser fácil, si no… ¿qué valor tendría?
11. A veces, con trabajo no se tiene suerte… pero casi siempre la suerte te pilla trabajando.
12. Las olas vienen y van. Las islas… ¡permanecen!
13. Hay muchas cosas por hacer, es cierto. El secreto está en pensar que lo que estás haciendo en cada momento es lo único que tienes que hacer… ¡hasta empezar con la siguiente!
14. Quien elige camino, elige destino… o dicho de otra manera, si escoges una manera determinada de hacer las cosas, no te sorprendas de las cosas que consigues.
15. No pierdas la cabeza, no pierdas la memoria, y no pierdas -nunca jamás- la visión clara de por qué haces las cosas.
16. Quienes esgrimen con desdén la frase “Roma no paga traidores” deberían recordar que, en primer lugar, eso supone reconocer la existencia de la traición. Y después, que la mayor mezquindad no la cometen los supuestos traidores -que quizá obraron de buena fe y pensando que era lo mejor para los suyos, además de su propio beneficio- sino la propia Roma, instigadora de la maldad y de naturaleza vengativa.
17. He cometido muchos errores en mi vida… supongo que aun puedo permitirme uno mas ¿o no?
18. No cometas la imprudencia de hacer la socorrida pregunta “¿pero tú me ves cara de tonto?”… ¡porque es posible que tengan la descortesía de contestarte!
19. Y si esperabas otra cosa… ¡qué poco me conoces después de tanto tiempo!
20. Me temo que, de normal, soy aburridamente previsible… (¡qué le vamos a hacer! otros prefieren considerarlo obstinadamente fiable).
21. Nunca se me dio demasiado bien aquello de “nadar y guardar la ropa”… ¡quizá debí buscarme un buen perchero!
22. Y cuando se apaga el ruido, se disipa el humo y se asienta el barro… ¿qué les queda? ¡Nada!
23. Para QUERER hay que CREER. Y eso vale para casi todo en la vida: personas, ciudades, ideas… ¡y hasta para ti mismo!
24. Sabes que siempre estaré ahí… quizá no exactamente donde yo quisiera o donde tú esperabas, pero seguiré estando ahí.
25. Nadie mejor que tú sabe dónde tu presencia es realmente útil… y no decorativa.
26. Para conseguir, primero hay que querer… Pero no a cualquier precio, no de cualquier manera.
27. Te diré un secreto: no siempre uno más uno suman dos… porque a veces, con tanto afán de sumar, acabas restando tu propio crédito.
28. En cuanto a creencias y convicciones personales, tan ridículo me parece exhibirlas como esconderlas. No presumas de tu fe -si la tienes- como si fueses el “creyente oficial” y eso te diera algún derecho. Y si no la tienes, tampoco pretendas devolver a las catacumbas la fe de los demás, mientras te llenas la boca de la palabra tolerancia y libertad.
29. …y el día que deje de creer, entonces -y sólo entonces- dejaré de luchar.
30. No te creas nunca del todo cuando te hablan de “la batalla final”… porque, aunque a veces no lo parezca, siempre hay un “al día siguiente”.
31. A ver si te enteras: Primero, lo imprescindible; segundo, lo necesario; después, lo conveniente; más tarde, los compromisos; y finalmente, los caprichos… (ojo: este orden puede cambiar radicalmente cuando las consecuencias sean sólo para ti, y no afecten a los demás).
32. En el Deporte, en la Política y en la Vida, el victimismo lastimero casi siempre huele a resentimiento, a hipocresía y a ponerse la venda antes de la herida.
33. Y a pesar de todo, y a pesar de los pesares, y a pesar a veces de ti y de mí… ¡seguimos adelante!
José Alberto Díaz-Estébanez León
Periodista
http://www.josealbertodiazestebanez.com/
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