dic
14, 2014
1.- ¡No lo entiendes! Pero no porque no
sepas, o porque no puedas… sino porque no quieres. No eres entonces incapaz o
ignorante, que sería aceptable, incluso corregible: eres sencillamente
estúpido.
2.- El valor de la crítica (al igual que
el del halago) puede variar en función no sólo de que sea cierta, sino de que
se haga con ánimo constructivo o puramente carroñero.
3.- A veces -sólo algunas veces- es
bueno no escarbar demasiado en los motivos, y quedarse con lo positivo del
resultado… ¡allá cada uno!
4.- Tienes todo el derecho a criticar
mis resultados, pero ninguno para prejuzgar mis intenciones.
5.- Sólo los más torpes o los más
inseguros son capaces de justificar todos sus actos únicamente en errores que
otros cometieron antes que ellos.
6.- Quiero denunciar un caso clarísimo
de discriminación, el del Rey Gaspar: entre el entrañable Melchor y el
carismático Baltasar, resulta que siempre se queda como “el del medio de los
Chichos” y olvidado en el “ranking de cariño” de pequeños y mayores. ¡No hay derecho!
(5 de enero 2014)
7.- San Ticket Regalo Bendito, libramos
de todo mal y protégenos de errores de talla, daltonismo, repetición o simple
mal gusto en el “día después”. Amén.
8.- Paradoja de algunos amargados:
si muestras felicidad te llaman insolidario, si muestras solidaridad te llaman
hipócrita, si muestras sinceridad… ni te llaman.
9.- Paradoja: se habla de “una mujer de
cierta edad” justamente cuando es de una edad verdaderamente incierta.
10.- El otro día me recordaron una frase
de Churchill referida a un episodio trascendental de la II Guerra Mundial que
tal vez (sólo tal vez) pueda ser aplicada en estos tiempos a la crisis. Algo
así como: “No digo que sea el final. Ni siquiera el principio del fin. Pero sí
creo sinceramente que al menos es el fin del principio”.
11.- Otorgar la misma credibilidad a
todos por igual cuando cada uno cuenta una versión distinta del mismo hecho no
siempre es garantía de objetividad.
También depende del “historial” de lo
que unos y otros hayan contado ayer, y antes de ayer, y antes de antes de ayer…
12.- Hay cosas más grandes, mucho
más grandes, que el propio ego, que la cerrazón intelectual, que el “postureo”
momentáneo, que el protagonismo efímero, que el sólo pensar en mañana y no en
lo que queda para siempre. Hay cosas más importantes que tú y que yo. Si no
entiendes esto, no entiendes nada.
13.- Es un error dar de comer a las
pirañas con la esperanza de saciar su apetito: quizá consigas distraerlas por
un tiempo, pero volverán más fuertes, más hambrientas y más agresivas… y el día
que no tengas comida que echarles, no dudarán en morder tu mano.
14.- Hay algunos días en que te sientes
muy cansado de ser el más razonable, el más juicioso, el más responsable, el
más sensato… (o el mas gilipollas).
15.- No suele ser un buen método para
evitar conflictos con los enemigos el recurso de sacrificar sistemáticamente a
los amigos. Puede que ganes algo de tiempo, pero finalmente sólo conseguirás
rearmar a los primeros y quedarte sin el respaldo de los segundos.
16.- Ni las virtudes (como la honradez o
la eficacia) ni los defectos (como la prepotencia o la estupidez) son
patrimonio de los partidos políticos, sino de las personas que los componen.
17.- Quien denuncia las injusticias para
buscar una solución es digno de admiración. Quien se alimenta de las miserias
humanas para buscar rédito personal o político es simplemente un carroñero
digno de desprecio.
18.- ¿Qué dice más de ti: la luz que
proyectas o las sombras que ocultas?
19.- Para criticar hace falta tener
credibilidad. Para proponer hace falta aportar ideas. Para avanzar hace falta
voluntad de impulso. Para destruir… no, para destruir no hace falta nada de
eso.
20.- Hubo un tiempo en que no miraba las
manecillas del reloj… apenas, ni las hojas del calendario.
21.- Quien no llega extenuado a la
entrega del testigo es que no ha cubierto como debía su etapa en la carrera de
relevos.
22.- Puede que la justicia histórica
sólo llegue con la muerte… o puede que sólo entonces permita reconocer lo que
la mezquindad y la envidia negaron en vida.
23.- Me gustaría pensar que, además de
emociones y recuerdos, las lecciones de la vida y de la muerte nos sirvieran a
todos para aprender, reflexionar y actuar en consecuencia… ¿quizá es pedir
demasiado?
24.- ¡A ver si de tanto esforzarte cada
día en “tirar pa’lante” te has olvidado de a dónde ibas… o, lo que es peor, por
qué lo hacías!
25.- ¡Cuántas reflexiones (tan profundas
como sensatas) hacemos al hilo de la pérdida de un ser querido… y qué rápido
(en cuanto cruzamos las puertas de retorno a nuestra diaria rutina) las dejamos
en el olvido!
26.- Hacer balance del día no sirve para
saber si tu vida está en positivo o en números rojos… como mucho, vale para
intentar aprender algo sobre los errores que -sí, hoy también- has cometido y
que mañana, si no menores, sean al menos distintos.
27.- Si te crees semejante estupidez, no
me conoces. Si crees que me voy a esconder o achantar, no me conoces. Si crees
que voy a pagar el peaje de un impuesto revolucionario, no me conoces. Si crees
que voy a caer en la provocación, no me conoces. Y si no me conoces… no me
hagas perder el tiempo.
28.- No sé quién se inventó alguna vez
el término “demagogia barata”: lo cierto es que la demagogia suele resultar
cara, muy cara. No tanto para quien la utiliza de manera descarada, y a veces
lamentablemente con éxito, sino para quien acepta el engaño y sufre las
consecuencias.
29.- Las palabras pueden ser armas o
herramientas: tú eliges las que usas y con qué finalidad.
30.- No me gusta el ruido que impide
escuchar. No me gusta el silencio que impide hablar. No me gusta quienes
intentan imponer lo uno o lo otro porque pretenden que sólo se oiga su propia
voz y no creen en otra verdad que “su” verdad.
31.- Cuando surge un problema, hay quien
se esconde y quien lo afronta. Pero entre estos últimos, está quien sólo
protesta y quien busca soluciones.
32.- Si aún no sabes cuáles son las
prioridades en mi vida, puede que sepas algo de mí, puede que no te sea
indiferente del todo, puede que incluso me tengas aprecio, pero desde luego no
me conoces.
33.- Hay ocasiones en las que sólo cabe
esperar que aquel en quien crees hará lo que debe.
José Alberto Díaz-Estébanez León
Periodista
Muy buenas pensamientos y reflexiones.. Abrazos...
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