martes, 16 de diciembre de 2014

Diga 33: Pensamientos en búsqueda y captura (XXXII)




Diga 33: Pensamientos en búsqueda y captura (XXXII)
dic 14, 2014

1.- ¡No lo entiendes! Pero no porque no sepas, o porque no puedas… sino porque no quieres. No eres entonces incapaz o ignorante, que sería aceptable, incluso corregible: eres sencillamente estúpido.

2.- El valor de la crítica (al igual que el del halago) puede variar en función no sólo de que sea cierta, sino de que se haga con ánimo constructivo o puramente carroñero.

3.- A veces -sólo algunas veces- es bueno no escarbar demasiado en los motivos, y quedarse con lo positivo del resultado… ¡allá cada uno!

4.- Tienes todo el derecho a criticar mis resultados, pero ninguno para prejuzgar mis intenciones.

5.- Sólo los más torpes o los más inseguros son capaces de justificar todos sus actos únicamente en errores que otros cometieron antes que ellos.

6.- Quiero denunciar un caso clarísimo de discriminación, el del Rey Gaspar: entre el entrañable Melchor y el carismático Baltasar, resulta que siempre se queda como “el del medio de los Chichos” y olvidado en el “ranking de cariño” de pequeños y mayores. ¡No hay derecho! (5 de enero 2014)

7.- San Ticket Regalo Bendito, libramos de todo mal y protégenos de errores de talla, daltonismo, repetición o simple mal gusto en el “día después”. Amén.

8.-  Paradoja de algunos amargados: si muestras felicidad te llaman insolidario, si muestras solidaridad te llaman hipócrita, si muestras sinceridad… ni te llaman.

9.- Paradoja: se habla de “una mujer de cierta edad” justamente cuando es de una edad verdaderamente incierta.

10.- El otro día me recordaron una frase de Churchill referida a un episodio trascendental de la II Guerra Mundial que tal vez (sólo tal vez) pueda ser aplicada en estos tiempos a la crisis. Algo así como: “No digo que sea el final. Ni siquiera el principio del fin. Pero sí creo sinceramente que al menos es el fin del principio”.

11.- Otorgar la misma credibilidad a todos por igual cuando cada uno cuenta una versión distinta del mismo hecho no siempre es garantía de objetividad.
También depende del “historial” de lo que unos y otros hayan contado ayer, y antes de ayer, y antes de antes de ayer…

12.-  Hay cosas más grandes, mucho más grandes, que el propio ego, que la cerrazón intelectual, que el “postureo” momentáneo, que el protagonismo efímero, que el sólo pensar en mañana y no en lo que queda para siempre. Hay cosas más importantes que tú y que yo. Si no entiendes esto, no entiendes nada.
13.- Es un error dar de comer a las pirañas con la esperanza de saciar su apetito: quizá consigas distraerlas por un tiempo, pero volverán más fuertes, más hambrientas y más agresivas… y el día que no tengas comida que echarles, no dudarán en morder tu mano.

14.- Hay algunos días en que te sientes muy cansado de ser el más razonable, el más juicioso, el más responsable, el más sensato… (o el mas gilipollas).

15.- No suele ser un buen método para evitar conflictos con los enemigos el recurso de sacrificar sistemáticamente a los amigos. Puede que ganes algo de tiempo, pero finalmente sólo conseguirás rearmar a los primeros y quedarte sin el respaldo de los segundos.

16.- Ni las virtudes (como la honradez o la eficacia) ni los defectos (como la prepotencia o la estupidez) son patrimonio de los partidos políticos, sino de las personas que los componen.

17.- Quien denuncia las injusticias para buscar una solución es digno de admiración. Quien se alimenta de las miserias humanas para buscar rédito personal o político es simplemente un carroñero digno de desprecio.

18.- ¿Qué dice más de ti: la luz que proyectas o las sombras que ocultas?

19.- Para criticar hace falta tener credibilidad. Para proponer hace falta aportar ideas. Para avanzar hace falta voluntad de impulso. Para destruir… no, para destruir no hace falta nada de eso.

20.- Hubo un tiempo en que no miraba las manecillas del reloj… apenas, ni las hojas del calendario.

21.- Quien no llega extenuado a la entrega del testigo es que no ha cubierto como debía su etapa en la carrera de relevos.

22.- Puede que la justicia histórica sólo llegue con la muerte… o puede que sólo entonces permita reconocer lo que la mezquindad y la envidia negaron en vida.

23.- Me gustaría pensar que, además de emociones y recuerdos, las lecciones de la vida y de la muerte nos sirvieran a todos para aprender, reflexionar y actuar en consecuencia… ¿quizá es pedir demasiado?

24.- ¡A ver si de tanto esforzarte cada día en “tirar pa’lante” te has olvidado de a dónde ibas… o, lo que es peor, por qué lo hacías!

25.- ¡Cuántas reflexiones (tan profundas como sensatas) hacemos al hilo de la pérdida de un ser querido… y qué rápido (en cuanto cruzamos las puertas de retorno a nuestra diaria rutina) las dejamos en el olvido!

26.- Hacer balance del día no sirve para saber si tu vida está en positivo o en números rojos… como mucho, vale para intentar aprender algo sobre los errores que -sí, hoy también- has cometido y que mañana, si no menores, sean al menos distintos.

27.- Si te crees semejante estupidez, no me conoces. Si crees que me voy a esconder o achantar, no me conoces. Si crees que voy a pagar el peaje de un impuesto revolucionario, no me conoces. Si crees que voy a caer en la provocación, no me conoces. Y si no me conoces… no me hagas perder el tiempo.

28.- No sé quién se inventó alguna vez el término “demagogia barata”: lo cierto es que la demagogia suele resultar cara, muy cara. No tanto para quien la utiliza de manera descarada, y a veces lamentablemente con éxito, sino para quien acepta el engaño y sufre las consecuencias.

29.- Las palabras pueden ser armas o herramientas: tú eliges las que usas y con qué finalidad.

30.- No me gusta el ruido que impide escuchar. No me gusta el silencio que impide hablar. No me gusta quienes intentan imponer lo uno o lo otro porque pretenden que sólo se oiga su propia voz y no creen en otra verdad que “su” verdad.

31.- Cuando surge un problema, hay quien se esconde y quien lo afronta. Pero entre estos últimos, está quien sólo protesta y quien busca soluciones.

32.- Si aún no sabes cuáles son las prioridades en mi vida, puede que sepas algo de mí, puede que no te sea indiferente del todo, puede que incluso me tengas aprecio, pero desde luego no me conoces.

33.- Hay ocasiones en las que sólo cabe esperar que aquel en quien crees hará lo que debe.



José Alberto Díaz-Estébanez León

Periodista




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