Diga
33: Pensamientos en búsqueda y captura (XXVI)
1.-
Una victoria pírrica es aquella que se consigue con tantas pérdidas en el bando
aparentemente vencedor, que puede terminar siendo desfavorable. El nombre
proviene de Pirro, rey de Epiro, que tras lograr una victoria sobre los romanos
con el costo de miles de sus hombres, exclamó contemplando el resultado de la
batalla: “¡Otra victoria como ésta y volveré solo a casa!” (aprende la
lección).
2.-
Hay ocasiones en que te sientes atrapado, porque hay puertas que no puedes
abrir y ventanas que no sabes cerrar.
3.-
En todo camino surgen obstáculos. Los que de verdad pueden impedir llegar a la
meta no son los que te esperas -por difíciles que sean-, sino los imprevistos…
así que no seas tan cabezota como para ser incapaz de improvisar.
4.-
Y al despertar quizá te encuentres que esa pizarra repleta de números, letras y
garabatos, en la que habías trabajado tan intensamente ayer hasta llenarla por
completo, ha sido borrada y vuelve a estar vacía, limpia, esperándote. Así que…
¡vuelta a empezar!
5.-
Una cosa es mantener la coherencia, y otra muy distinta conformarte con decir
“lo de siempre” a “los de siempre”. Claro que te aplauden y te regalan los oídos,
pero… ¡porque son los mismos! Ahora pregúntate: ¿has convencido a alguien más?
6.-
Disfrutamos y sufrimos con el deporte, no es una puerilidad. Siempre que seamos
conscientes que –desde luego en el deporte, y casi siempre también en la vida-
ni las victorias más heroicas, ni las derrotas más dolorosas dejarán de hacer
que mañana vuelva a amanecer… y tú y yo volvamos a empezar.
7.-
No me gusta el típico y tópico titular de “¡No pudo ser!”: pues claro que pudo
ser, naturalmente que pudo ser, de hecho estuvo a punto de ser… ¡lástima que no
fue!
8.-
La vida está llena de decepciones: personales y profesionales, de la familia y
de los amigos, lo los más nobles ideales y de las pequeñeces más mundanas, sin
duda. De todo lo que nos importa, de todo lo que previamente nos ha ilusionado,
de todo lo que alguna vez valió la pena… ¡si no, pa’qué!
9.-
Cada día veo más claro que entre las pérdidas más importantes por la crisis
económica está la del sentido del humor.
10.-
Hay quien dice que es mejor pasar por malo que pasar por tonto… Yo no lo creo,
más bien me parece una manera cínica de justificar lo que tú mismo sabes
injusto y egoísta.
11.-
No te dejes acomplejar por la amargura de los que creen que lo más solidario es
estar tan amargados como ellos. Sin aspavientos y sin ostentaciones, pero sin
esconderte tampoco por tu derecho a disfrutar al menos tu pequeña porción de
Vida.
12.-
El día que me avergüence de algo, tratare de dejar de hacerlo… no de ocultarlo.
13.-
Si el loco sólo dijera locuras, el estúpido necedades, el malvado perfidias y
el mentiroso falsedades, no tendrían ningún peligro por evidentes. El problema
es cuando son capaces de mezclarlas con verdades y aun con apariencia de
sensatas y razonables, porque con ellas abren la puerta por donde se cuela a escondidas
su autentica naturaleza.
14.-
¡Qué envidia me das! Tú que lo criticas todo porque todo lo sabes, todo lo
haces bien, en todo te comportas exquisitamente, siempre es pura tu intención,
impecable tu trayectoria y perfecto en todo tu ser. ¡Ay, sí, qué envidia me
das! (…si existieses).
15.-
Siempre hay necios dispuestos a renunciar (e incluso atacar) cualquier idea por
buena que sea, por el simple hecho de ser ajena.
16.-
La vida es elegir, tomar decisiones, apostar. Lo hacemos una y otra vez. Pero,
a diferencia de un casino, no ganar no significa necesariamente que nos hayamos
equivocado… quizá la elección era la correcta, pero la persona, la idea o el
proyecto en quien depositamos nuestra esperanza es la que ha fallado. Y no vas
a dejar de apostar por eso, porque ninguno queremos quedarnos fuera de juego,
¿no?
17.-
Si quien toma las decisiones se beneficia de cómo están las cosas, queda
deslegitimado para hallar la solución… sencillamente porque le va mejor con el
problema.
18.-
Me doy cuenta que a algunas personas no les molesta lo que digo, ni cómo lo
digo… sólo les molesta que sea yo quien lo diga. ¡Pues qué le vamos a hacer!
19.-
Nos gusta decir que no nos importa lo que los demás piensen de nosotros…
no
es verdad. Nos gusta pensar que no nos afecta lo que los demás digan de
nosotros… y no es verdad. No es vanidad, ni debilidad, ni falta de criterio o
carácter: somos seres sociales, que tenemos que convivir y buscamos de forma
natural el afecto y la aprobación de quienes nos rodean. Pero tampoco podemos
vivir condicionados en nuestro ser, nuestro pensar o nuestra forma de actuar
por las voces de aquellos que, en muchas ocasiones, ni siquiera buscan nuestro
bien… sino el suyo.
20.-
La imaginación es un amigo infiel que con frecuencia traiciona a la memoria.
21.-
Empeñarte en hacer las cosas tú sólo es casi tan estúpido como querer que todo
te lo hagan los demás.
22.-
Es cierto: no siempre está en tu mano, no todo está a tu alcance… pero aun así,
intenta estirar los brazos y quizá, solo quizá, te lleves la sorpresa de
rozarlo con la punta de tus dedos.
23.-
Si te apartas un poco y subes a esa atalaya, que sea para observar mejor el
conjunto, no para esconderte.
24.-
Puede que los incendios forestales acaben resultando una perfecta paradoja de
los recortes económicos cuando no están bien planteados: por ahorrar 1 en
prevención, acabamos gastando 100 en extinción.
25.-
Planteamiento híper-optimista para despertar: ¿A qué esperas? ¿de qué depende?…
¡Buenos días!
26.-
Habla lo que tengas que hablar: protesta, discute, debate, quéjate, grita
incluso si es preciso. Pero… ¿siempre?, ¿por todo?, ¿a todos? Incluso teniendo
la razón, y eso está por ver, resultas agotador.
27.-
Baja un poco la voz… no porque temas despertar a nadie, ni porque estés menos
convencido de lo que dices: simplemente porque, además de hablar, también vale
la pena escuchar ¿no?
28.-
Si sabes administrar tu tiempo, siempre tendrás crédito en el banco de la Vida.
29.-
Hay opiniones que disfruto leyendo aun siendo opuestas a la mía. Y otras que me
aburren y hasta me sonrojo al admitir que defienden lo mismo que yo.
30.-
Afróntalo: los problemas se resuelven… no se disuelven.
31.-
Tiempo vivido, tiempo gastado… quién sabe si tiempo ganado o tiempo perdido.
Monedas de oro que derrochamos al principio como si nunca se fuesen a acabar y
que valoramos más con el paso del propio tiempo, que se escapa como agua entre
los dedos. ¡Tiempo!
31.-
Te pasas media vida pensando esto, diciendo aquello, haciendo lo otro… y, de
repente, estás en la otra media: no del todo seguro de todo lo que has pensado,
dicho y hecho, pero convencido de que queda aún mucho, muchísimo por pensar,
decir y hacer.
32.-
¡Eeeeehhh… soooo… paraaaa…! Saluda, sonríe, interésate (de verdad: no como
pose, ni como táctica) por la persona con la que hablas… ¡Ahora estás en mejor
posición para hablar, explicar, incluso protestar… y que te entiendan a ti!
33.-
Los miedos nos roban el alma.
José Alberto Díaz-Estébanez León
Periodista
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